Está producida porque una levadura de nuestra piel, en condiciones de temperatura y humedad, crece y produce manchas que pueden ser blanquecinas (generalmente las vemos al final del verano), o más oscuras o rasadas que la piel, irregulares y con una fina descamación .
Es más frecuente en épocas de calor y humedad. Suelen ser asintomáticas.
A veces se puede confundir con otras enfermedades que producen manchas blanquecinas.
Se tratan con antifúngicos tópicos y a veces cuando fracasan estos tratamientos o son muy recidivantes recurrimos a los tratamientos orales.