Eccema dishidrótico: Es un eccema típico en la gente joven. Se afectan las palmas de las manos, los dedos (sobre todo la parte lateral) y las plantas de los pies. Se ha relacionado con una sudoración en estas zonas. Se producen pequeñas vesículas que ocasionan un intenso picor y en ocasiones ampollas que pueden ser grandes y tensas. Puede haber empeoramiento estacional y en periodos de estrés.
Eccema discoide o numular: Las áreas afectadas tienen forma oval o redondeada y se distribuyen principalmente por brazos y piernas. Puede acompañarse de sequedad generalizada.
Eczema de manos: Se manifiesta por enrojecimiento, descamación, xerosis y picor.
Eccema irritativo: Es muy frecuente entre las amas de casa y los individuos que trabajan en contacto con productos de limpieza o agresivos como tintes, disolventes, etc. Los lavados demasiado frecuentes los favorecen.
Eccema alérgico de contacto: Este eccema aparece cuando el paciente desarrolla una alergia a algún producto con el que ha estado en contacto. En ocasiones pueden requerirse muchos contactos previos (meses o años de contacto con un producto) antes de desarrollar al respuesta alérgica. Los productos pueden ser variadísimos (perfumes, jabones, productos de limpieza, ropa, pinturas, gomas, esmalte, maquillajes, medicamentos que se aplican sobre de la piel, conservantes…)
Resulta importante comprender que NO todos los eccemas están causados por una alergia en concreto. El dermatólogo puede sospechar la alergia a través de la exploración y un interrogatorio clínico. Ocasionalmente, si se plantean dudas con otras enfermedades, puede indicar la práctica de una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico. Sólo cuando se sospeche un eccema de contacto, el dermatólogo solicitará pruebas específicas de alergia (pruebas epicutáneas).
Es muy importante en el tratamiento cumplir las medidas generales: evitar los lavados excesivos, el uso de productos específicos para la higiene (sin detergentes), mantener la piel bien hidratada, evitar el contacto con productos irritantes, etc. En el caso del eccema alérgico resulta imprescindible evitar el contacto con aquellos productos concretos a los cuales se diagnostique una alergia.