Los lunares son lesiones benignas muy frecuentes, formadas por melanocitos, que en algunos casos pueden cambiar. Se debe acudir al dermatólogo cuando un lunar cambia y si hay muchos y de diferentes colores y tamaños. La valoración de los nevus o lunares es fundamental cara al diagnóstico precoz del melanoma.
Mientras que la extirpación de un lunar, habitualmente no tiene complicación, dejarlo puede ser arriesgado.
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El control de los nevus o lunares es fundamental de cara al diagnóstico precoz del melanoma ya que el melanoma inicial puede simular un nevus melanocítico.
Aunque se desconocen realmente los factores implicados en la aparición de los lunares, la exposoción solar es un factor que puede influir en el número de lunares que nos van apareciendo.
Las
posibilidades de que un lunar cambie son mayores en personas que se han
quemados de niños. Las personas
con muchos lunares o con antecedente de quemaduras, deben acudir al
dermatólogo a revisar sus lunares.
¿Cómo detectarlo en casa?
- Mi lunar ha cambiado de color.
- Revisando las áreas de difícil control y las áreas de roce (plantas de los pies, mucosa genital, etc.)
Se recomienda el autoexamen de la población con la regla del “ABCDE”:
A-Asimetría
de la
lesión.
B-Bordes irregulares.
C-Colores múltiples.
D-Diámetro mayor
de 6-7 mm.
E-Evolucion,
que valora cambios recientes en la lesión.
Debe ser siempre el dematólogo el que diagnostique las lesiones pigmentarias antes de que los pacientes realicen tratamientos por manos inexpertas.
Aconsejo extirpar lunares que cambien y aquellos localizados en áreas de difícil control (plantas de pies y genitales) y los que se inflaman por estar en áreas de roce(pliegues, plantas de pies).