Con esta técnica se consigue un rejuvenecimiento de la piel muy evidente. Se trata de una técnica poco dolorosa, se administra con anestesia local y se realiza con un dispositivo de micro-agujas que abren miles de canales en la piel facilitando la penetración de diferentes sustancias que estimulan el proceso natural de reparación, mediante la inducción de nuevo colágeno.
Esta técnica se utiliza para tratar arrugas, pigmentaciones, estrías y las cicatrices causadas por el acné y otras cicatrices hipertróficas o queloides. Así como diferentes tipos de alopecias.