Queratosis actínica (lesión premaligna)
La exposición crónica determina cambios y transformaciones en nuestra piel que inducen a la formación de las queratosis actínicas. Su diagnóstico y tratamiento precoz evitará la formación del carcinoma epidermoide.
En general su diagnóstico es fácil para el dermatólogo, pues su aspecto, tacto y color permiten distinguirlas. El examen con el dermatoscopio nos permite distinguirlas, en la piel fotoenvejecida, de otras lesiones frecuentes como: el léntigo solar, queratosis seborréicas y carcinoma basocelular...
*En caso de dudas se realizará una biopsia.
Los pacientes deben de ser conscientes de tratar estas lesiones y prevenir la exposición a la luz ultravioleta.
Tratamiento: depende del tipo de paciente, de la extensión de las lesiones, de la zona dónde se localizan y de la tolerancia a los tratamientos.
Los carcinomas
basocelulares y carcinomas epidermoides , que se denominan en
conjunto cáncer cutáneo no melanoma, son los cánceres cutáneos
humanos más frecuentes.
La inmensa mayoría de los carcinomas cutáneos no melanomas tratados por el dermatólogo se curan. Realizar el diagnostico precoz y evitar retrasos en los tratamientos es la práctica del dermatólogo.
La evaluación
y el tratamiento incluyen la exploración cuidadosa de la piel, la dermatoscopia y la biopsia en los casos de
lesiones sospechosas.
La mayor parte de estos tumores se deben a la exposición ultravioleta, sobre todo la exposición al sol a lo largo de la vida. Son factores de riesgo, entre otros, las cicatrices por quemaduras.